RECUERDOS DE TU INFANCIA (prosa poética)
a mi hija, próxima a cumplir sus 18 años.
Las rosas rojas y rosadas de nuestra casa pueblerina que emanaban ese aroma envolvente y penetrante de los sentidos.
Los jazmines de la casa de mamá que con timidez sacábamos de la planta para aromar todos los rincones de la casita vieja cuando promediaba noviembre, donde nacieron sueños nuevos y tú crecías al amparo de su cobijo de amor.
Tu infancia de inquieta locura en el arte de pintar invadiendo todos los momentos de colores.
El caballo blanco -ahora ya transitando su vejez- que con miedo montabas ayudada por el cuidador en esas maravillosas incursiones por el campo vasto y puro de entonces.
Los cachorritos que nacieron en esa inmensa soledad y que vos amorosamente le llevabas leche y comida para ayudar a su mamá a criarlos.
Quizás allí comenzó todo.
Cuando regreso al pasado te veo alegre creciendo a mi lado en medio de la naturaleza amada y misteriosa de los sueños.
Creciste entre la pureza de las silentes siestas pueblerinas del verano y los paseos a la plaza en las tardes de invierno.
Maduraste en medio de un inmenso jardín cubierto de flores olorosas de mil colores.
Tus nuevas ilusiones hoy van cambiando el color y el aroma de esos dulces jardines.
El amor que golpea la puerta de tu corazón y te llama a ser mujer.
Como un misterio agazapado que espera abrirse el paso en la calle de tus sueños.
Fui la centinela férrea de esos sueños.
El faro guía hacia tu destino de ser mujer.
El ritual del tiempo marcará el momento de tu libertad para volar más allá de la seguridad que encuentras en esos jardines de tu infancia.
Yo,desde un costado, miraré tu paso audaz y firme por el cielo azul donde la vida se mimetiza con la inmensidad desmesurada del cosmos.
Tú caminarás tu propio camino.
Y yo seguiré siendo esa protectora sombra que se extiende acogedora sobre la calle de tus sueños.
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