Les dejo algunas imágenes y poesías.
HIMNO A mis
amados padres
compañeros de aventuras
que
guardaré por siempre en mi corazón.
ETEL
Nosotros.
Siempre unidos enredados
hemos andado transitado
caminos y caminos
ripio asfalto polvo
barro
despacio lentísimo
de a poco de a mucho
fuimos entrando al corazón de nuestra tierra.
Hemos dormido en las márgenes
sonoras de los ríos
lagos arroyos.
Nosotros.
Siempre unidos
escuchamos sentimos tomamos
en el silencio nocturno
de sonámbulas noches
el gemido imponente
de nuestros glaciares.
Hemos desayunado en las orlas
quietas de los lagos azulados
en medio de selvas exuberantes
en juegos de luces y sombras.
Nosotros.
Siempre unidos abrazados
con la piel gastada por los vientos
totales suaves rugientes
susurrantes
los cabellos derrotados en el polvo
blanco rojo amarillo
marrón violeta
enredados por hojas
nieve sal espinas
la mirada espejando al sol
de las cumbres de los desiertos
las manos llenas de luz
la boca aromada de hielo agua fresca
acuosas guindas salvajes achicorias
silvestres calafates.
Nosotros.
Siempre entrelazados callados
amados odiados alabados envidiados
hemos comido entre las flores
más cándidas y puras de las selvas
de las praderas iluminadas
hemos cenado bajo la luz misteriosa
de las soñadas
inalcanzables estrellas
entre el silencio crepuscular y
mágico
de la medianoche del estío austral.
Hemos escuchado el mensaje secreto
de las alturas desiertas
triunfantes lloramos
emocionados
nos embriagamos de frío
nos quemamos con el sol
y amamos adoramos los
sonidos del mar
su campanil fue nuestro
en las noches inmaculadas
alimentados con su aroma salvaje
dueño indiscutible de nuestro planeta.
Nosotros.
Siempre unidos inseparables
caminamos gruesas arenas
de playas idílicas
sus algas sus moluscos su sal
recogimos el habla de las criaturas
que retozan viven sueñan
en el agua transparente
de los acantilados roídos.
Nosotros.
Bañados por noches silentes
desiertos aromados
nieves derretidas
témpanos flotantes
envueltos por la arcaica fantasía
de imponentes bosques derrumbados
gigantes muertos que nos hablan de lejanos cataclismos.
Nosotros.
Vivos ilusionados
bebedores de vertientes y cascadas
vagabundos de nuestra Patria
por sus criaturas animales y vegetales
pingüino ostrero guanaco ñandú
araucaria algarrobo lapacho samohú
flamenco coihue orca
arrayán
caldén tero guindo cormorán.
Nosotros.
Subidores de montañas
descubridores de silencios
de misterios escondidos
bendecidos por amaneceres diferentes
por sonidos dulcemente naturales
hemos deseado amado adorado
la tímidamente ofrecida creación
nos hemos enamorado de la esencia
pura secreta vívida
inquieta latente de nuestra tierra.
Nosotros.
Siempre unidos
esperanzados
vagabundos por ella
por buscar su estrella
por recogerla
albergarla en nuestras almas enamoradas
y cuidarla mimarla
comprenderla.
Nosotros…
¡SILENTES
MENSAJEROS DE SU CASTA BELLEZA! 1-5-88/98/08/ 12
LO IGNOTO
A los
bosques petrificados de Chubut
Andando los
caminos del tiempo milenario
que yace en la
inverosímil mudez de las rocas,
prendido de mi
mano el latido de lo inhóspito
que crece y se
deshace sin fundamento lógico
en las arcas de
la desértica inmensidad.
Y grito sin
sonido en el total silencio
que guarda los
secretos de lo petrificado
y sueño que soy
árbol: araucaria, palmera,
o quizás gota de
savia de las angiospermas
que fueron esos
años verdosa realidad.
Y todo está ya
muerto, milenios han pasado,
la sílice
volcánica ha guardado esos troncos
para legarlo al
mundo como mudo mensaje
grabado en las
páginas de libros minerales
que dejan a mi
paso la luz de la verdad.
Relámpagos de
misterio el viento me declara
que nada tiene
vida, que ya todo es silencio,
y el sol con su
techumbre salvaje que me acosa
recordándome que
nada vive entre las rocas,
tan solo es el
recuerdo que vaga sin piedad.
Y yo que voy
sintiendo como brota en mis manos
el color de las
piedras con su alma de madera
y se siente un
aroma de savia que fluye
en las venas
resecas que el sol ya consume
en la copa
invisible de la soledad.
Nada, nada
aparentemente el desierto guarda,
pero un mundo de
fósiles en sombras se oculta,
impresas en capas
rocosas, figuras de hojas
a las que el
capricho del tiempo esculpió sus formas
en un fantasmal
bautismo de inmortalidad.
Y siento lo que
nunca ha sentido ser humano,
y escucho esas
campanas lejanas de la nada,
sedimentos que
cubren la magia de lo ignoto,
arcilla derramada
en mis manos y en mis ojos
dejándome el
mensaje de un mundo sin igual.
17-1-83
CIUDAD PERDIDA
(9)
Al Sr. Raúl R. Narváez
Cómo me gusta
entregarme al recuerdo
de horas vividas
en ese lugar,
quedarme sola
bebiendo el silencio
y lentamente
poder recordar.
Era entonces una
tarde de mayo
con sol radiante
después del temporal
nieve en los
cerros brillando a lo lejos
en un cielo azul,
profundo y total.
Viento de hielo
soplando en los altos,
el Mogote Negro y
su soledad…
abajo la calma,
el dulce silencio
castillos,
columnas de la ciudad.
Un misterio de
luz guiaba mis pasos
por areniscas de ríos ausentes,
por callejas de
piedra y arena húmeda
llena de asombro,
ansiosa y silente.
Cómo me gusta
entregarme al recuerdo
del mundo ignoto
que fui a visitar
donde la vida es
un tiempo remoto
que las arenas
duras han de guardar.
Laberinto en
rosas, rojos y grises
donde no existe
el tiempo terrenal
un mundo ignoto
que no es del planeta
y en el vasto cosmos
no tendrá igual.
Nada y todo se
ofrecía a mis ojos
caminante
inquieta en la soledad
de figuras rosas,
torres y rostros
saludando el paso
a la antigüedad.
Por eso, cuando
me entrego al recuerdo
palpitante mi
corazón de vida
me siento dueña
absoluta y suprema
del secreto
oculto en Ciudad Perdida.
4-6-87
ESTOY NACIENDO
En Pto. Harberton o Canal Moat. ( 15)
No sé si era un
poco invierno o un poco primavera,
sólo sé que había
un silencio de eternidades
frente al Beagle
azul, azul, azul de soledades
donde tantas aves
daban luz a mi quimera.
Oh, embriagante
aroma de mar… oh voz del viento,
qué ternura la
naranja flor del calafate,
qué candor
ignoto, qué paz allí donde late
la vida total…
sin nadie… si fue como un cuento.
No sé si era
mucho o poco el frío de la tarde,
sólo sé que los
verdes bosques resplandecían
y en lo alto la
nieve, bajo el sol se derretía.
Entonces pude
decirme, al nacer l tarde:
oh misterio
estelar de vivir, estoy naciendo…
frente al Beagle
azul, oh milagro ¡Estoy Naciendo!
17-1-88
ODA A LA
TIERRA (poesía lírica)
( En Bajo de
Veliz, San Luis, donde está escrita la historia de nuestra tierra) (39)
Otra vez,
como hace treinta
años,
cuando transitaba
inquieta
por ocultas
montañas
descifrando
mensajes
en pizarrones de
roca;
absorbiendo
energía
de las piedras
ignotas
( cuarzo, ágata,
turmalina).
Hoy,
otra vez,
como hace treinta
años
regreso a ese
escenario
vestido de
silencios prístinos,
milenarios…
Me pierdo
en el sendero
agreste
del monte que
calcina el verano
y un coro de
cigarras
envuelve mi
caminar lento
entre las finas
lajas
que esconden
lejanos mensajes
de los inicios de
la Tierra,
inmensa caja de
sorpresas.
Llevo el corazón
caliente
por el sol que
agobia el paso;
una hoguera de
silencios
en la mirada
sedienta
que guía el
instinto
que nos une al destino
de la Tierra.
Ella,
desnuda y
poderosa
abre el gran
libro geológico
donde está
escrita la historia
con fósiles
extraños
de seres que
habitaron
ese mismo espacio
que ahora
transita el hombre
destructivo y
dominante.
Otra vez,
como hace treinta años
vuelvo a
sumergirme entre las piedras
( Pirolusita,
Rodocrosita, Malaquita).
Me envuelve su
magia que atrae,
sus colores, su
poesía…
Y de nuevo,
nuevamente,
como Agüero,
poeta Puntano
que en su
PRELUDIO CANTABLE
pide regresar al
canto;
Yo, poeta,
-¡todavía libre!-
he regresado
a las entrañas de
la Tierra.
Mendiga de
sueños,
( atraparlos)
y desparramarlos
al mundo
golpeando
puertas,
derribando muros,
hachando malezas;
y de viva voz
pido con mis
versos
piedad por
nuestra madre
que nutre
nuestras raíces
y alimenta
nuestros sueños.
¡Oh Naturaleza!
23-12-13