BIENVENIDOS. LOS INVITO A INGRESAR A UN MUNDO MÁGICO DONDE EL ARTE ES LA MISMA NATURALEZA. Crónicas de viajes por Argentina.

"NUNCA ANDES POR EL CAMINO TRAZADO, PUES TE CONDUCIRÁ ÚNICAMENTE HACIA DONDE LOS OTROS FUERON". (Alexander Graham Bell)

sábado, 24 de octubre de 2015

VIEJA CASA DE MI NIÑEZ.

VIEJA CASA DE MI NIÑEZ



Un día te solté de mis manos.
Quise darte la libertad
para despedir a la muerte,
para que seas la morada
de los sueños y proyectos
de jóvenes enamorados.

Tuvimos que enterrar la tristeza,
para recibirlos.
Colores alegres vistieron tus paredes,
las ventanas abiertas, risas frescas;
y en ese trajinar de la rutina,
fue transcurriendo el tiempo.

En mariposas sin alas
mutaron los juveniles sueños
y dos corazones rotos
por encuentros y despedidas,
quedaron olvidados en el cobijo
del tierno nido que ofreciste
a la pareja de enamorados.

Un oscuro amanecer
de invernal lluvia desatada
herida de muerte me llamaste:
solitaria, húmeda, abandonada.

Cuando abrí la puerta nuevamente
fue activar la llave de la memoria,
de los recuerdos atesorados…
fue atravesar de un solo salto
toda la distancia hacia el pasado.

Esos primeros pasos,
de brazos extendidos,
 y andar desgarbado.
El llamado de mi madre,
la llegada de mi padre…
imaginados besos y abrazos
que contuvieron tantas lágrimas,
invisibles pasos
atravesando todos tus espacios.

En el penetrante olor a encierro y humedad
sentí camuflado, el exquisito aroma
de la comida casera.
La voz clara del piano
resonando en toda la cuadra,
cuando rompía el silencio
en el transcurrir de las tranquilas mañanas.

El colorido de los cuadros en las paredes.
Los retratos familiares,
las piedras del museo,
los libros en los estantes…
Un festival de flores alegrando el jardín…
el taconear de los peatones por la vereda;
invasión de mariposas
en las siestas de verano,
dueñas y señoras de la calle.
Y la sorpresa de la nieve
aquel invierno lejano
con mi padre construyendo
ese muñeco tan blanco
para celebrar la vida
en el medio del patio.
Para verme reír, jugar, cantar,
sin más secreto que la felicidad,
esa que no se busca,
simplemente se da.

Maullidos de gatos
impregnados en el aire
y esta culpa de sentir
que te entregué al dueño equivocado.

Se dibujan ante mis ojos,
ávidos de ver más allá del desastre,
las mil y una fantasías
que mi mente entretejió
alimentada de poesía,
en tu espacio acogedor,
día tras día…

Hoy sé que el camino será largo
para construir sobre lo destruido,
para armar lo desarmado,
para recoger los fragmentos dispersos
que se confunden en el mar de sueños rotos.
Hoy sé que el camino, será muy largo.

Empiezo por abrir las ventanas
para que el viento pase
y barra los restos de la desgracia.
Que entre el sol para entibiar
el frío de los ambientes mustios
y regresen los latidos, los colores y los sabores
a impregnar tu aura añeja.

Apuntalaré el techo,
sembraré el jardín
con renovados bríos.
Escucharé el silencio
y cubriré de música
los espacios vacíos
para revivir las almas puras
que otrora te dieran vida.
El incansable trino que escucho
mañana y tarde, cada día,
es la señal que hoy necesito.

Aquí están mis manos cansadas
para que te aferres de ellas;
sin prisa, sin pausa,
y volverás de la muerte
a una nueva vida,
donde florecerán otros sueños
a los que darás tu cobijo
antes de que llegue la vejez
al último tramo de éste viaje.

¡Oh vieja casa de mi niñez!

ETEL CARPI
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